7 oct 2020

De dinosaurios a seres luminiscentes: así es el profesorado de la era COVID-19


Artículo de opinión publicado en el Diario de Gran Canaria, el 08/09/2020.

«Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan, y los que no saben enseñar a los que enseñan, se meten en política» (Muriel Barbery, 2006)

Parece ser que los docentes no somos tan dinosaurios y hemos sobrevivido; volvemos y estamos dispuestos a seguir manteniendo la escuela en pie, conscientes de nuestra labor educativa y social. Pero la Consejería de Educación ha pasado de buscar fósiles de dinosaurios a enviar a seres luminosos.

La autoridad educativa acaba de descubrir una subespecie de maestros y maestras. Docentes capaces de todo. De convertirse en psicólogos y pedagogos, en ingenieros y arquitectos, en gestores de comedores y doctores en nutrición, en diligentes gestores de los recursos humanos, en trabajadores sociales preocupados y ocupados por los demás, en administradores de fincas, en fabulosos técnicos en prevención de riesgos laborales y doctores en evacuación de edificios públicos y, ahora, en expertos en Covid-19: los equipos directivos.

Hombres y mujeres amparados hasta los dientes con toda clase de equipos de protección individual y poderes desconocidos hasta ahora. Conforman una particular Liga de la Justicia, superhéroes y heroínas que, bajo de la tutela institucional y sindical, han creado The Canary Teachers Academy.

Algunos son capaces de detectar la temperatura de cualquier ser vivo a metros de distancia. Otros, como esos canes que huelen estupefacientes y diversas sustancias prohibidas, olfatean virus y toda clase de enfermedades, provocando incluso aullidos y movimientos compulsivos alrededor del infectado.

Sé de algún miembro de algún equipo directivo que es capaz de visualizar las ondas de banda ancha que configuran las redes wifi y detectar errores, fugas y ataques al sistema informático, incluso antes de que se produzcan. Pueden, además, servir como repetidores de la señal, amplificándola por encima del estándar 802.11b. Sé, a ciencia cierta, que las grandes operadoras de telefonía y comunicación se están interesando por estos sujetos y ya se han puesto en contacto, a través de una incidencia, con la Consejería de Educación. Fuentes militares consultadas siguen también estas extrañas anomalías humanas, por si fuese necesario incorporarlas al servicio activo en algún momento.

Conozco a otros y otras que son capaces de traspasar con su mirada objetos sólidos, detectar fugas de aguas, intrusos indeseados, problemas estructurares… Los hay que tienen el poder de la bilocación, pudiendo estar en un aula resolviendo un conflicto, atendiendo al proveedor de geles hidroalcohólicos y hablando por teléfono a la vez.

¿Quién adivinó que, a siete días de las vacaciones oficiales, la Consejería de Educación divulgaría un protocolo a casi un mes y medio de empezar un curso escolar? ¿Quién supo de antemano que una vez empezado el curso surgirían planes de contingencias? ¿Quién conocía la existencia de un documento de más de cien páginas que se publicaría en medio del inicio de curso para prevenir el contagio de la enfermedad? Estos hombres y mujeres son todos clarividentes sin baraja, sin velas y sin cábalas. Demuestran un poder mental desmesurado, capaces de anticiparse a todo lo que llega.

No duermen. No comen. Viajan en el tiempo. Son diferentes, increíblemente fuertes y astutos, sigilosos y diligentes. Sabios y sabias. Controlan diferentes artes marciales, descodifican códigos ocultos en las cartas institucionales y dominan una decena de idiomas y las artes del protocolo, el C++, C#, Perl, Java, JavaScript e incluso el Haskell y ML.

Sus colegios son más grandes por dentro que por fuera. La materia se rinde y derrite ante ellos.

Pues siento decepciónales. No existen.

La gran mayoría son gente normal, con una alta dosis de locura y vocación, de pasión por la educación y compromiso social. Algunas tienen hijos e hijas y otros, parejas e incluso familiares octogenarios que también están a su cargo. Enferman, lloran, sonríen y se divierten. Se sienten solos y abandonados, pero también protegidos y acompañados por tantos compañeros y compañeras que comparten un disparate compulsivo por la escuela, más conocido como amor, que conforman grupos de convivencia estables que algunos llaman claustros y/o familia.

De poderes psíquicos nada. No tienen capa ni van pijama por las calles saltando de ventana en ventana, ni vuelan, ni se vuelven invisibles, aunque los traten como tal.

Son los equipos directivos, los nuevos iluminados, el guión perfecto para el programa «Crónicas de San Borondón» o el argumento ideal para el nuevo libro de Iker Jiménez.

Querida maestra


Artículo de opinión publicado en el Diario de Gran Canaria

La nota llegó diez años después de que dejara de ser su alumno. La acompañaba con un sencillo ramo de flores y una caja de frutas. Nunca esperó nada. Es verdad que sonrió cuando la leyó y su corazón le dio un pequeño vuelco. Pero nadie se dio cuenta. “Gracias por haber sido mi maestra”, susurró tímidamente.

En unos días muchos docentes recibirán a los alumnos y alumnas de la misma manera, sin esperar ninguna nota. No solo es un trabajo, también es una manera de entender la vida, de entender las relaciones, de comprender el mundo, de analizar todo que nos rodea y ponerle un nombre para que otros lo puedan comprender.

Es una gran responsabilidad porque sabemos lo que nos jugamos todos. Por eso nos duele tanto que muchos responsables de las políticas educativas nos traten con tanto desprecio. ¿Se acuerdan del juego “¡Huevo, araña, puño, caña!”? Tengo la sensación de que en el equipo de abajo siempre estamos los mismos, esperando y viendo caer la que se nos viene encima.

Me he imagino escribiéndole una carta a mi maestro. Me lo he imaginado colocándose las gafas de cerca y balbuceando cada una de mis palabras.

Creo que le daría las gracias por el tiempo que me dedicó, por lo valiente que tuvo que ser para contarle a mis padres lo que él creía y pensaba de mí. Le agradecería aquellas palabras que no entendí pero que con el tiempo cobraron sentido, las horas de trabajo que no vi, los exámenes de conciencia, las reflexiones profundas antes de tomar una decisión, los momentos buscando recursos y las lágrimas que en silencio derramó, porque le pudo la frustración.

Le daría las gracias por aquella canción que me hizo copiar. O por las interminables caligrafías y hojas repletas de operaciones. También por los chistes que contaba.

Ahora con el tiempo me he dado cuenta que se dejaba engañar, que en ocasiones miraba para el otro lado, que nos dejó equivocarnos, caernos y resolver entre nosotros las diferencias. Me di cuenta que siempre supo donde me escondí aquel recreo y que conocía al que rompió el libro que tenía unas fotografías de un hombre y una mujer desnudos. Quizás bastaría con darle las gracias por haber elegido la profesión que eligió.

No lo sé, la verdad.

30 jul 2020

La pirata más feroz del mundo

La pirata más feroz del mundo

La pirata más feroz del mundo.

Editorial: Bilenio Publicaciones
Dimensiones: 21 x 21 cm
ISBN: 978-84-121229-1-6
Páginas: 40 páginas
Edición: 2020

Autor: Daniel Martín Castellano.
Ilustraciones: Dácil Velázquez Padrón

No saben lo feliz que me siento, la satisfecho y lo orgulloso que estoy de este álbum ilustrado. «La pirata más feroz del mundo» por fin ha llegado a las librerías. «La pirata más feroz del mundo» cuenta la historia de una pirata que descubre un barco abandonado en una playa y lo llama «Marzo». Decide arreglarlo y navegar con él. Por el camino se encuentra con personajes que querrán dominarla, tocarla o elegir el rumbo por ella. Pero la pirata tiene un catalejo y sabe a dónde quiere ir, por eso algunos creen que es la pirata más feroz del mundo.

Ilustrado por Dácil Velázquez y publicado por Bilenio Publicaciones, este libro álbum pretende alcanzar puertos lejanos y descubrir nuevas islas. Nos haría mucha ilusión que llegara a tus manos y te subieras a la fragata, con la pirata, y navegaras por los mares de la igualdad y la libertad.

La publicación cuenta con un taller de lectura, una guía para educadores y lectores curiosos: http://la pirata.bilenio.com Además, encontrarás información sobre los autores y de acceder a diferentes recursos: vídeos, música, etc.

Si deseas comprar el libro, puedes hacerlo desde la página de la editorial, www.bilenio.com

La escritora Elizabeth López Caballero, publicó este artículo en La Provincia, sobre nuestra pirata.

Pepa Aurora, narradora y escritora de literatura infantil y juvenil, dice de «La pirata más feroz del mundo»:







 

19 jul 2020

«El secreto de Julián»

En algún momento, siempre nos ocurren experiencias únicas en la vida. Se convierten en un aprendizaje y recuerdas lo que es verdaderamente importante, aquello imprescindible, aquello que es irrenunciable. Sientes cuántas personas te quieren y desean que tu vida siga siendo hermosa y que las fuerzas vuelvan para seguir regalando y dando lo que soy y lo que tengo.

Yo me siento eternamente agradecido y lo hago de la mejor manera que sé: regalándoles este cuento. La ilustración es de Dácil Velázquez, que ilustró perfectamente qué es lo debo seguir haciendo porque, esencialmente, forma parte de mi esencia.

Hace poco más de un mes pude grabarlo, pero ahora pueden descargarlo y compartirlo y volverlo a regalar o leerlo con tu hijo o con tu hija, o con o al alumnado o disfrutarlo en silencio…, lo que quieran.

DESCARGAR EL ARCHIVO: «EL SECRETO DE JULIÁN»

Escuchar la narración:

Un abrazo de cuentos.

30 may 2020

El monstruo. (2º Edición)

El monstruo

El monstruo

Autor: Daniel Martín Castellano.
Ilustrador: Ramón Trigo.
Edita: Lóguez Ediciones (2008).

Primera Edición: 2008
Segunda Edición: 2020

Si quieres comprar el libro, puedes dirigirte a la página web de la editorial, desde el siguiente enlace…

El primer álbum ilustrado de Daniel Martín nos pone en el lugar de dos hermanos que viven con un monstruo: es alto y fuerte y escupe espuma por la boca. Un texto que nos ayudará a reflexionar sobre la violencia que se vive en los hogares.

El monstruo ha sido reconocido. Si quieres conocer las menciones y reconocimientos, haz una visita por la sección de premios y menciones

También puedes:

  • Leer la conferencia de Ángeles Perera que desarrolló durante la presentación del álbum. [descargar]
  • Descargar el documento «Stop a la violencia», con recursos didácticos y actividades para el aula. [descargar]

Video de la adaptación y narración realizada por el Colectivo Légolas:

Narración por el autor:

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14 abr 2020

Proyecto M.A.H.O.: ¡por nuestros mayores!

Hace tres cursos presentamos un proyecto a la Consejería de Educación, Proyecto MAHO, de educación intergeneracional. Queríamos proponer un desarrollo curricular, integrando diferentes generaciones, a través de tareas y aprendizajes basados en proyectos. Un ejemplo muy sencillo: nuestro alumnado preparaba clases de alfabetización digital y nuestros mayores nos enseñaban a cultivar. El CEP, la Inspección Educativa y Política Social nos prestaron su tiempo y atención y aportaron muchas ideas. Pero nunca supimos qué pasó luego… Silencio administrativo. Pero decidimos intentarlo, con nuestros medios. Al fin y al cabo la educación es eso, procurar proporcionar una respuesta vital al alumnado para que podamos integrarnos en nuestra sociedad y hacer que todo seamos más felices. Se lo merece el alumnado, nuestro pueblo de San Lorenzo y nosotros, como docentes. Al principio del camino conocimos a la Fundación Canaria Lidia García. Gracias a ellos hemos podido realizar muchísimas actividades. Han sido muy paciente con nosotros y conmigo… Me encantaría seguir profundizando en todo este trabajo, porque es muy humanizante, mucho, MUCHÍSIMO. Porque la soledad impuesta es la peor enfermedad. Porque algo se retuerce en lo más profundo cuando veo las noticias y escucho como tantas personas mayores están muriendo o sobreviviendo a esta situación. Porque no podemos despreciar tanto saber y tanta vida. La Fundación Canaria Lidia García ha editado un vídeo, hace un tiempo, que quiero compartir con todos ustedes. ¿A qué vale la pena?

9 abr 2020

Diccionario de palabras prohibidas: Ojalá.

Ojalá.

Silvio Rodríguez compuso «Ojalá» en 1969, aunque aparecería en su álbum «Al final de este viaje» (1978). Se la dedicó, según cuenta el cantautor, a su primer gran amor. Por cierto, recomiendo escuchar las versiones del Ismael Serrano, Nahuel Pennisi o la interpretada por la «La Maravillosa Orquesta del Alcohol». «Ojalá que llueva café» (1988) de Juan Luis Guerra y los 4.40, que apareció en un disco que se llamaba igual que el tema, y que se convirtió en un himno a las esperanza y anhelos de un pueblo que buscaba, y busca, una mejora económica y social. Chavela Vargas interpretó el tema de su amigo «Ojalá que te vaya bonito» si no me equivoco en 1994. Hay varias versiones, pero como la de la gran dama Chavela, no he escuchado ninguna. El músico sevillano Beret, canta «Ojalá», de su álbum «Prisma» (2019), una canción que invita a ser fiel a uno mismo.

Ojalá es una interjección o exclamación. La RAE tiene una sola acepción para ella: «Denota vivo deseo de que suceda algo.» Alex Grijelmo, en su libro «La gramática descomplicada», define las exclamaciones como unos granos que le salen a la frase. Me parece muy oportuno. Son unas palabras anárquicas, tienen significado en sí misma, no concuerdan con ningún otro elemento de la oración y aparecen cuando les da la gana, como un grano.

Ojalá es una palabra que llevo años intentando domar. Es esquiva y pícara. Nos posiciona ante los deseos e ilusiones, pero también nos llena la mochila de pesados recuerdos: cosas que no pudimos hacer, proyectos que no acabamos, cuerpos que no besamos o emociones que relegamos para un futuro que casi nunca llegan.

Ojalá en un traspiés cotidiano, en una traba que nos enseñaron para estar continuamente deseando un paraíso perfecto pero inacabado. Nos lo enseñaron y la aprendimos para conformarnos. Para evitar revoluciones. Para que tengamos miedo. Para que estemos en silencio y así podernos pelear con nosotros mismos sin salpicar a nadie.

Ojalá no acompaña al presente. O se lamenta del pasado o se refugia en el futuro. Y somos tan orgullosos como especie, que creemos que podemos dominar el tiempo que pasó o prever el que aún no ha llegado.

Ojalá seamos capaces de encontrar ese equilibro entre los sueños y la frustración. ¡Vaya! La he vuelto a utilizar. ¿Qué les dije? Se mete por todos lados…