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19 ene 2020

18 años abrazando cuentos.

Ya soy mayor de edad y siento que estoy empezando. Hace 18 años publicada «El susurro de Tara», de la mano del Cabildo de Fuerteventura y el Programa de Animación a la Lectura (PAL) que ellos desarrollaban. Fue Elsa Quesada Aguiar la culpable de todo aquello.

Luego han llegado otros y otras que han hecho que estos dieciochos años sean inolvidables, descubriendo un mundo del que no quiero salir y del que me siento muy orgulloso, que ha configurado mi vida y mi manera de entender la relaciones conmigo mismo y con los demás. Para mí la literatura infantil y la narración oral se han convertido en una manera de vivir, palpitar, caminar, errar, observar, pensar… Gracias, gracias, gracias a todas las personas que han confiado y confían en mí. Que me acompañan. Que me cuidan. Que sienten que los libros no son un simple capricho, ni un entretenimiento banal, ni una circunstancia pasajera. Gracias gracias, gracias a todos y a todas, a los que han compartido conmigo horas de ilusión, de trabajo y de vida.

También, quiero pedir disculpas a todas aquellas personas a las que mi literatura les ha alejado de los libros y les he obligado a dejar de viajar, espero que solo por unos instantes, del trayecto que significa la lectura.

Joaquín Nieto Reguera me hizo una pregunta sencilla: “¿Quieres leer tus cuentos en mi programa de radio?”. Y aún, después de 18 años, sigo aferrado a esa pregunta. Cada libro, cada manuscrito, cada cuento narrado, cada mirada, risas, lágrimas, abandonos, encuentros, miedos, inseguridades y descubrimientos…, es un pequeño paso que doy para contestar esa cuestión que lo transformó todo. Y sí, sí quiero, deseo seguir convirtiendo mi vida en abrazos ilimitados de cuentos.

Gracias a los lectores, a los pequeños y a los grandes, sin ellos nada de esto hubiera sido posible.

Ahora me queda seguir aprendiendo y me queda seguir “no-esperando” nada.

Un abrazo de cuentos.

25 nov 2018

Llegó la familia F al Museo Elder... y me quedé sin palabras.

Sentirme agradecido me sabe a poco. Estoy abrumado. Lo que vivimos el pasado viernes en el Museo Elder no se puede explicar en unas pocas líneas. No tengo un abrazo de cuentos lo suficiente mente grande para todos. Gracias a la gente del CEIP Los Caserones por todo el cariño y todo el esfuerzo, especialmente a ellos. Les dejo con algunas palabras que se dijeron esa tarde… 

A mi familia a la que le agradezco su apoyo constante en esta humilde locura, que no es otra sino la describir, comunicar, narrar y sentir…

Caserones es el colegio en donde aprendí a ser maestro, en donde crecí como persona. Hoy han grabado en mi memoria algo que no olvidaré jamás. Mónica y Esther y cada uno de ustedes representan el espíritu de Caserones: la lucha por la vida, por sentirse más digno, por ser…


Gracias al Museo a su dirección y personal, por lo bien que me han tratado y por tener tan claro, tan nítido, que la cultura y la ciencia van de la mano y que juntas son un arma poderosa para cualquier sociedad…

Yo no tengo ninguna duda: San Lorenzo no es una tierra de paso, es un lugar para quedarse…


Estoy rodeado de amigos y amigas que han acompañado y me tienen en sus pensamientos. Gracias por quererme…

El libro está dedicado a Pedro. Pedro es mi amigo… Es curioso, tantas cosas que hacemos pensando que no tienen importancia, y al cabo de los años cobra una dimensión que no habíamos previsto…

Necesito tomarme un brebaje como los que aparecen en el libro. Y tú, Verónica, los preparas bien ricos. Quizá el hecho de que me siga emocionando después de 15 libros publicados, como si fuese el primero, es una señal de que aún tengo mucho que aprender…

Lourdes Navarro no está aquí. Pero ella simboliza el esfuerzo y el trabajo de muchos canarios y muchas canarias que necesitan salir fuera para poder desarrollar su labor profesional. Hay nivel. Mucho…

Y gracias a todos los que han venido, a los que han querido acompañarme, este es un momento amargo para mí porque me desprendo del libro que me acompañado durante estos últimos meses; ya deja de ser mío, ya no puedo controlarlo, ya no sé qué va a pasar con sus personajes y con la historia. Ahora le toca ustedes, a los lectores, hacer que la familia F cobre vida de verdad.

  • F de felicidad.
  • F de fantasía.
  • F de fuerza.
  • F de farándula.
  • F de firmeza.
  • F de familia.

¡Un abrazo de cuentos!